El balón, una vez inflado, flota libremente dentro del estómago y ocupa entre un tercio y la mitad del estómago, reduciendo la capacidad de incorporar alimentos y además, debido a su ubicación, estimula el centro cerebral de la saciedad.

Pueden utilizrlo las personas que tengan un índice de masa corporal de 30 a 40 y que no han podido adelgazar mediante otros métodos. Puede ser particularmente útil en personas con mucho sobrepeso (obesos mórbidos) que posteriormente deban afrontar una solución quirúrgica.

Por lo general el balón se utiliza por seis meses. Si el médico lo considera conveniente puede colocarse un nuevo balón luego de un periodo de 30 a 45 días de retirado el anterior.

El balón es una ayuda temporaria para la pérdida de peso. Durante el período de uso los pacientes aprenden hábitos alimentarios y otros comportamientos saludables. De dichos hábitos dependerá el mantenimiento del peso a largo plazo.

El balón gástrico no produce dolor y en general permite continuar con las actividades cotidianas, sin embargo es posible que provoque náuseas y vómitos durante los primeros días.

Pacientes obesos con enfermedades asociadas que han fracasado al realizar planes de adelgazamiento no quirúrgicos. También se utiliza en pacientes con obesidad mórbida antes de que sean sometidos a una cirugía bariátrica, con el fin de perder algo de peso y reducir al máximo los posibles riesgos y complicaciones asociados a ese tipo de intervención quirúrgica

Este tratamiento se caracteriza por la colocación en el estómago por vía endoscópica de un globo que se rellena con suero fisiológico, de manera que se reduce la capacidad del estómago para reducir alimentos, causando una rápida y casi permanente sensación de saciedad. Está técnica se complementa con el seguimiento de una dieta especial dirigida, además de a perder peso, a adquirir hábitos alimenticios saludables que deberán mantenerse una vez finalizado el tratamiento, al igual que la práctica regular de ejercicio físico.

Apenas media hora y poco después el paciente puede regresas a su domicilio sin ningún problema.

Es altamente improbable. En el caso de que se produzca alguna fisura y se pierda líquido el paciente lo sabrá enseguida, ya que su orina será azul, debido al azul de metileno que se incorpora al suero fisiológico con que se rellena el balón gástrico.